Cuando tenemos en un negocio y nos lanzamos a promocionarlo en la red, una de las herramientas que más dolores de cabeza producen son las métricas y los KPIs. Para empezar porque casi nadie sabe cómo se usan o para que sirven. KPIs son unas siglas en inglés que significan Key Performance Indicator. Se pueden traducir en castellano como un medidor de desempeño.
Estas herramientas son muy importantes. Medir el alcance de las redes y saber hasta dónde queremos llegar suponen una parte importa del esquema de negocio. Sirven, sobre todo, para sintetizar la información sobre la eficacia y productividad de las acciones que se lleven a cabo en un negocio. El fin de esto es poder tomar decisiones. Con ello se determinan aquellas que han sido más efectivas a la hora de cumplir con los objetivos marcados en un proyecto concreto.
Y así como las métricas miden el alcance, las KPIs determinan exactamente hasta donde queremos llegar. Estas KPIs deben cumplir varias premisas para ser eficientes:
- Específicas: Los KPIs identifican qué, dónde, cómo y cuándo se mide.
- Medibles: Permiten cuantificar las medidas y los beneficios que se esperan.
- Posibles: No tiene sentido elegir indicadores que sean imposibles de conseguir con los recursos asignados.
- Pertinentes: Dependiendo de los objetivos que se busquen será mejor una métrica u otra.
- Limitadas en el tiempo: Un KPI debe estar supeditado a un periodo temporal concreto.
Los KPIs no sólo te permiten determinar los resultados para una acción o estrategia concreta. Sobre todo, ofrecen una visión global de la situación, ya que facilitan la determinación de puntos fuertes y débiles (aspectos de mejora) para tus proyectos.
En resumen, los KPIs son de especial utilidad para explotar este entorno y conseguir los objetivos que te la empresa se proponga.
